miércoles, 16 de octubre de 2013

Costa Portuguesa (verano 2013): Etapa 4ª

Etapa 4ª: Isla Antilla - Redondela - Ayamonte -  Vila Real de Santo Antonio - Cabanas de Tavira ( 49 km)

De nuevo rutina diaria, esta vez, ya si, llegaremos a Portugal.


Los vecinos de parcela del camping nos despidieron como si nos fuéramos a dar la vuelta al mundo jejeje... se sorprendían de que viájaramos en bici por simple placer... aún queda mucho por recorrer y a mucha gente por concienciar.
 

Nos dirigimos a Redondela para coger la vía verde del Litoral, que nos llevará hasta Ayamonte entre marismas.
 

Esta vía está a medio adecentar, estando al principio sin asfaltar, luego asfaltado sólo un carril, y finalmente, sin asfaltar de nuevo.


Al usarse para acceder a los campos de labor y fincas cercanas, por lo que la presencia de coches, motos y demás vehículos es, en algunos tramos, bastante posible.



La zona de las marismas si está cerrada al tráfico, y coincide con la zona más acondicionada.

  
 
Según el panel explicativo, el de la foto (junto a uno que hay en Cádiz) son los únicos molinos de mareas que aún existen. Hubiera estado bien que estuviese abierto al público para ver cómo funcionaba.


Continuamos hasta Ayamonte, donde seguimos un carril bici hasta uno de los puentes de la ría, un amable tendero nos indicó la dirección del puerto y nos dijo que no tendríamos problemas para cruzar con el barco, puesto que tenían mucha frecuencia.

Cuando estábamos llegando vimos que había uno preparado para salir, así que me adelanté para comprar los billetes.


Se embarca diretamente, junto a coches, personas, carritos de niños pequeños y otras bicis... todo en plan "muy de andar por casa". El trayecto es rápido, apenas 20-25 minutos, y la pericia del capitán se demuestra cuando atraca el barco como el que aparca en batería: del tirón ¡¡¡¡


La ventaja del barco está clara, no hay que desmontar y montar alforjas/bici, al llegar al puerto puedes ponerte inmediatamente en marcha y seguir tu ruta, es bastante económico (5.60 € las dos personas y las 2 bicis) y no da tiempo a marearte... aparte del encanto que tiene montar en barquito ;)


Nada más llegar a Vila Real de Santo Antonio, nos fuimos a ver el pueblo, en la plaza central había una especie de mercadillo o rastro, con algunas cosas antíguas... Había mucho ambiente, y claro, con las alforjas no era lo más prudente pararse a ver los puestos, aunque algunas cosas curiosas sí que vimos, como este montón de cámaras de fotos antíguas, que seguro que harían las delicias de algunos amigos nuestros ;)


Compramos algo de agua y cogimos la ciclovía que sale al final del pueblo, en dirección Tavira, pero pronto se acaba y nos toca ir por la N-125, que llega hasta Faro, aunque nosotros nos quedaremos mucho antes.



Como se ve en la foto, el arcén es escaso y el tráfico abundante, pero se ve que están acostumbrados a ver ciclistas, puesto que no hacen adelantamientos temerarios como en otras zonas de Portugal.

Casi sin darnos cuenta llegamos a Cabana de Tavira, y buscamos el "Parque do campismo Ria Formosa", que está en dirección a la playa. Prácticamente en la puerta del camping coincidimos con otra pareja cicloturista, ellos iban ha hacer practicamte el mismo recorrido que nosotros, pero iban sin peso, el truco, se quedaban en hoteles, pensiones y demás...

Me sorprendió que usaban como mapa una captura de pantalla del google earth impresa en medio folio, pero ni siquiera con mucho zoom... no sé como andarían de orientación pero... vaya tela...

El camping estaba muy bien, de los mejores camping municipales en los que hemos estado, baños limpios y grandes, piscina, sombras, parcelas grandes... y al lado del pueblo, así que decidimos descansar un día allí y aprovechar para ir a la playa de la Ría Formosa...

Pero antes, vuelta de reconocimiento al pueblecito, la ría, la playa...


Este paseo está en la parte vieja del pueblo, en la zona de los pescadores, que es donde se cogen las barcas que te cruzan a la otra orilla de la ría.


Las barcas cruzan durante todo el día con bastante regularidad, cuando hay gente suficiente para llenar una barca, cruza a la otra orilla. Se llenan con 7 u 8 personas y puedes llevar sombrilla y demás cosas. Son baratas, 1.5€ ida y vuelta por persona.




En la otra orilla sólo hay un chiringuito donde puedes comprar agua (a precio de petróleo), helados y comida (eso ni lo miramos)... así que recomiendo cargar una mochilita con todo lo necesario para el día.

La playa es super amplia, como se ve en la foto... pero inexplicablemente todo el mundo se queda cerca de donde te deja el barco, con sólo andar 15 minutos ya tienes espacio para estar solo. Eso si, el nudismo no lo tienen muy bien visto, pero alejándote de la multitud no debes tener mayor problema.

En esta foto se ve lo grande que es la playa, tras 15 minutos andando aún quedaba muuucha playa por delante, y ya no se veían sombrillas... un paraiso ¡¡¡¡¡


Aprovechamos el día para descansar en la playa, cocinar algo diferente a la pasta con tomate para comer,  lavar algo de ropa, reorganizar las alforjas... Un día de descanso cada 4 de ruta es una buena media para nosotros, pero claro, el sitio tiene que acompañar, y este camping y su gente era ideal para descansar.

Myllen, la vecina de al lado estaba sola y era una mujer mayor que hablaba español, así que nos tomamos unos vinos con ella y estuvimos charlando sobre la vida, la familia, las cosas de antes y de ahora ... fué muy agradable, nos encantó conocerla.

Tras 5 días de ruta ya no estamos quemados del sol, estamos "renegríos" (como díría mi madre)... Tengo que echarme más protector solar....


Mañana seguiremos para Faro, hemos cambiado un poco el plan... esperemos que sea para mejor.

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